viernes, 20 de septiembre de 2013

Ana, la de Tejas Verdes - L.M. Montgomery


Título original: Anne of Green Gables
Autora: L.M. Montgomery
Traductora: Elena Casares Landauro
Editorial: Toromítico
Páginas: 320
Año de publicación: 1908

Nadie puede negar que Ana, la de Tejas Verdes es un clásico de la literatura infantil. Se trata el primer libro de una serie de ocho que narra la vida de su protagonista, Ana Shirley, desde su infancia hasta su madurez. Parece ser que Toromítico tiene la intención de reeditarlos todos, y se espera que el segundo, Ana la de Avonlea, se publique a finales de 2013. Esta primera parte está ambientada en la Isla del Príncipe Eduardo (Canadá) a comienzos del siglo XX. 

Sinopsis:
Marilla y Matthew Cuthbert son dos hermanos solteros que viven en Tejas Verdes, una granja en el pueblo ficticio de Avonlea. Sus vidas cambian radicalmente cuando, en lugar del chico que querían adoptar para que les ayudase con el trabajo de la granja, es a Ana Shirley, una niña huérfana de once años a quien envían a Tejas Verdes. Ana, con su desbordante imaginación, resulta todo un mundo aparte para la sensata Marilla y el tímido Matthew, que, a pesar de no estar acostumbrados a los niños, podrán darle a Ana lo que esta nunca ha tenido: un hogar y una familia.

Opinión personal:

Empecé esta novela con las expectativas altas (como hago casi siempre, por otro lado), pero puedo decir que se han visto más que satisfechas. Ana, la de Tejas Verdes me ha parecido una novela encantadora, empezando por su protagonista. Imaginativa, despistada, habladora, divertida, soñadora... Ana es adorable. Su manera tan intensa de vivirlo todo (alegrías y tristezas), sus meteduras de pata y su forma tan literaria y dramática de hablar me arrancaron muchas sonrisas a lo largo del libro. De hecho, tengo la suposición de que Ana se convertirá en escritora en los siguientes libros, porque no cabe duda de que tiene alma de novelista.


-No quiero almorzar, Marilla -sollozó Ana-. No podría comer nada. Se me ha roto el corazón. Algún día tendrás remordimientos de conciencia, espero, pero te perdono, Marilla. Cuando llegue ese momento recuerda que te perdono. Pero por favor no me pidas que coma nada, especialmente cerdo hervido y hortalizas. El cerdo hervido y las hortalizas son muy poco románticos cuando uno está afligido. 

Los demás personajes también están bien perfilados: Marilla, seria, sensata y práctica; el tímido y prosaico Matthew; la señora Lynde, ejemplo de mujer algo cotilla pero buena persona; Diana, gran lectora y amiga del alma de Ana... No hay una gran complejidad en su construcción, pero no es difícil empatizar con ellos y tomarles cariño.

-Pones demasiado corazón en las cosas, Ana -suspiró Marilla-. Me temo que te esperan muchas decepciones en la vida.
-Oh, Marilla, pensar en lo que va a pasar es la mitad del placer -exclamó Ana-. Puede que no consigas las cosas, pero nadie puede arrebatarte el placer de haberlas disfrutado pensando en ellas. La señora Lynde dice: "Benditos aquellos que no esperan nada porque nunca serán defraudados". Pero yo creo que sería peor no esperar nada a quedar defraudado.
   

La trama es muy sencilla y se centra en la vida cotidiana de Ana: el colegio, las relaciones con otros niños, sus despistes y meteduras de pata... Aunque no hay giros sorprendentes ni nada por el estilo, la narración es bastante amena. El estilo es sencillo, pero no simplón. No os hagáis ideas equivocadas por el hecho de que se trate de literatura infantil: esto no es Mini va al colegio, sino que puede ser disfrutado por personas de todas las edades. Las descripciones de los paisajes, sin ser especialmente largas, consiguen situarte en el escenario perfectamente. Un escenario, que, por cierto, resulta muy buen marco para la historia. Otro aspecto que me ha gustado es el tono humorístico de la escritura de L.M. Montgomery. Es sutil y bastante inocente, pero viene bien para contrarrestar algunos momentos que tienen un poco de moralina (no hay que olvidar que este libro se publicó en 1908)
-Esa es la laguna de Barry –dijo Matthew.
-Oh, tampoco me gusta ese nombre. La llamaré... déjeme pensar... el "Lago de las Aguas Refulgentes". Sí, ese es el nombre correcto. Lo sé por la emoción. Cuando acierto en un nombre que encaja exactamente me produce esa emoción. ¿Le producen a veces alguna emoción las cosas?
Matthew rumió:
  -Bueno, sí. Siempre me estremezco cuando veo a las orugas blancas comiéndose los pepinos. Odio verlas.


En definitiva: Ana, la de Tejas Verdes me ha parecido una historia sencilla y tierna, con una protagonista inolvidable y unos secundarios a los que se coge cariño. De hecho, ya estoy deseando leer su segunda parte y descubrir qué le depara el futuro a nuestra Ana.

Libros de la serie:

1. Ana, la de Tejas Verdes
2. Ana, la de Avonlea
3. Ana, la de la Isla
4. Ana, la de Álamos Ventosos
5. Ana y la casa de sus sueños
6. Ana, la de Ingleside
7. El valle del Arco Iris
8. Rilla, la de Ingleside

NOTA:

4/5

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