miércoles, 9 de septiembre de 2015

Inside Out Tag

Los blogs ya no se llevan. Eso lo sabe todo el mundo. Hace mucho que han sido reemplazados por vlogs, con v de vídeo, lo que no dejaba de ser el siguiente paso lógico a tomar en dirección a ese mundo breve, visual y rápidorápidorápidorápido que estamos construyendo.
Pero no he venido a quejarme de la degeneración de la cultura sino, más bien, a participar en ella. A los booktubers lo que les encanta son los book tags y a mí, sinceramente, me encantan los book tags. Me encantan porque son breves, porque son ligeros y porque todo el mundo los hace. Así que aquí lo tenéis, el Inside Out Tag, que he cogido prestado de la booktuber Kristina Horner. Se basa (obviamente) en la nueva de Pixar, y consiste en asociar un libro a cada emoción. Allá vamos.
 
Un libro que te alegre:


En lo que se refiere a los libros he tenido que pensarlo porque, aunque muchísimas novelas son importantes para mí, pocas me "alegran" exactamente, sino que suelen crearme sentimientos enfrentados. Así que voy a decantarme por unos libros que fueron mis favoritos de pequeña y que sigo considerando de grandísima calidad: la serie Manolito Gafotas, de Elvira Lindo. Todavía hoy me gusta releer algún capítulo de vez en cuando, y mentiría si dijese que no corrí a por Mejor Manolo cuando se publicó o que no me encontré soltando carcajadas mientras lo leía. Si los habéis leído, sabréis que Manolito es un auténtico pequeño héroe de clase obrera que cuenta su vida cotidiana en un mundo que no se lo pone fácil. Con Carabanchel Alto como telón de fondo, Elvira Lindo nos narra situaciones con un trasfondo amargo, pero lo hace siempre con humor, inteligencia y optimismo, con esas referencias a la cultura pop y a la política española que son siempre brillantes, transmitiendo que, aunque la vida pueda ponérnoslo difícil, vale la pena reírse. Y por eso, diría que estos libros siempre me hacen sentir siempre una especie de calorcito por dentro...


Un libro que te provoque asco:


Realmente, mis lecturas son la cosa más blanda y naïve que podríais encontraros, así que no tengo mucho donde escoger, la verdad. Al pensar en un libro asqueroso se me ha venido a la mente automáticamente Crímenes bestiales, de Patricia Highsmith. El tema es peculiar de por sí: los relatos que componen este libro narran asesinatos cometidos por animales. Y si todos ellos son violentos y desasosegantes, la palma se la lleva La rata más valiente de Venecia, una historia verdaderamente repugnante sobre una rata mutilada por dos niños que se cobra una horrible venganza. Escalofríos.


 Un libro que te dé miedo:


La verdad es que nunca me ha dado miedo un libro y menos aún un relato, ni siquiera los de los llamados "maestros del terror" como Poe o Lovecraft. Y además de no asustarme, las historias de miedo suelen dejarme bastante fría. El género de terror en general me aburre muchísimo. Pero si toca decir un libro, diré Cando petan na porta pola noite, de Xabier P. Docampo, traducido al castellano como Cuando de noche llaman a la puerta. Objetivamente, yo diría que no da miedo, pero eso resulta irrelevante; los cuatro relatos que lo componen no necesitan provocar escalofríos para ser absolutamente fantásticos. Bebiendo de la tradición oral del mundo rural gallego, el autor hace suyas historias populares y las transmite con su propia visión, pero siempre manteniendo su espíritu original. En ellas, la vida cotidiana se entremezcla con el mundo de lo sobrenatural, los sucesos reales son retorcidos y engrandecidos hasta llenarse de fantasmas, mujeres loba, sinos fatales... Ahí está lo verdaderamente maravilloso.


Un libro que te ponga triste: 



Esta sección es difícil porque casi todos mis libros favoritos me ponen triste. No soy mucho de llorar, pero de quedarme con un nudo en el estómago al acabar de leer... eso sí que es habitual. Y el último libro que me puso triste de verdad fue Tormenta de espadas, el tercer volumen de la saga Canción de Hielo y Fuego, de George R.R. Martin. Si lo habéis leído sabréis por qué: diría que hasta el momento es el que más dosis de cruda realidad contiene, y el que me ha dejado con el corazón más destrozado (me lo fue rompiendo en trocitos poco a poco). SPOILERS: No se trata solo de la Boda Roja o de las muertes de esos personajes tan queridos: para mí fue descorazonador leer el fracaso del Norte y de sus ansias de autogobierno. Y no hay nada que me duela tanto como ver a Sansa y Arya perder la poca inocencia que les quedaba y alejarse cada vez más de sus orígenes, o que me emocione más que el crecimiento tan brutal que experimenta Jon, conociendo el amor por primera vez y viéndose obligado a renunciar a él. Sí, este libro me ha dejado tocadísima; y reconozco que cuando leo las últimas palabras de Catelyn ("duele, duele mucho, Ned...") olvido que se trata de un simple libro y me duele un poquito el alma.


Un libro que te cabree:



Divergente, de Veronica Roth. Y no, no es el libro en sí lo que me da rabia; al fin y al cabo, es una trilogía escrita con el único propósito de vender, aprovechando el "quiero algo que sea como Los Juegos del Hambre". Cuando lo leí, no esperaba nada y nada es lo que me encontré: Divergente se ambienta en un mundo futurista burda y simplonamente dibujado, tiene como protagonista al personaje arquetípico de la "chica especial que lo cambiará todo" y posee una trama completamente vacía de contenido y trascendencia, todo aderezado con una sutil demonización de los débiles que resulta algo inquietante. Nada nuevo bajo el sol: es típico que ante un exitazo, salgan automáticamente cientos de libros que siguen su estela sin aportar nada nuevo. En literatura juvenil pasó con Harry Potter y las escuelas mágicas, con Crepúsculo y los amores sobrenaturales, y con Los Juegos del Hambre y las distopías. Pero aunque todas esas copias salían rentables, nunca llegaban a suponer fenómenos similares a los de sus predecesoras. Ahí está lo que me da rabia de Divergente: gusta de verdad a la adolescencia lectora. Ha llegado a tener un fandom potente y ya lleva dos adaptaciones cinematográficas exitosas. En este artículo del blog Devoradora de libros se habla de esto, de lo previsibles que son los nuevos éxitos literarios. A mí lo que me enfada es que los adolescentes seamos tan poco exigentes y nos traguemos cualquier cosa encumbrándola a nuevo fenómeno, aunque no tenga absolutamente nada que aportar.



viernes, 3 de julio de 2015

El machismo en la ficción



La escritura de esta entrada coincide con el principio del verano y con una lectura que me está obsesionando, desesperando y maravillando a partes iguales: Tormenta de espadas, el tercer tomo de la saga Canción de Hielo y Fuego
(Me gustaría hacer una reseña, pero me cuesta mucho decir cosas racionales sobre las novelas que me apasionan tanto)
Por supuesto, antes de empezar a leer esta saga, había oído hablar de la serie de televisión. Y entre todas las maravillas que se contaban de ella, también había voces que criticaban su machismo. En concreto, me refiero a este artículo: Here There Be Sexism?
Canción de Hielo y Fuego, como ya sabréis, transcurre en los continentes imaginarios Poniente y Essos. Poniente, el más importante en la trama, tiene una clarísima inspiración medieval: reyes, señores, caballeros, damas, contrabandistas, campesinos... pueblan este mundo duro e injusto, en el que los señores juegan su juego de tronos mientras el pueblo muere de hambre.
Y las mujeres no salen demasiado bien paradas. Las plebeyas sufren las violaciones de ejércitos enemigos; las nobles sufren las violaciones de sus señores esposos. La mujer noble es una moneda de cambio, un medio para firmar alianzas y pactos, cuya opinión cuenta más bien poco y cuyas posibilidades de llegar al poder son ínfimas. La autora del artículo en cuestión considera que Poniente es un lugar patriarcal y misógino. Y no está equivocada. Por eso, dice que Juego de Tronos es, también, una serie de televisión machista. Tratándose de un mundo de ficción, dice, ¿por qué no puede ser un mundo en el que las mujeres no tengan que estar siempre supeditadas a un hombre?
Ahora es cuando viene la pregunta: ¿una novela (o serie) ambientada en un mundo machista y patriarcal es, por definición, una novela machista? En mi opinión, está claro que no. Poniente tiene un sistema feudal, y no veo a nadie acusando a Martin de ser un defensor del feudalismo.
Pero entonces, ¿qué es lo que hace machista a una novela? Si me preguntasen a mí, diría que la falta de personajes femeninos bien desarrollados, o una inferioridad muy grande de buenos personajes femeninos frente a masculinos. Canción de Hielo y Fuego no peca de esto: una buena parte de sus narradores son mujeres, todas ellas personajes complejos e interesantes. Pero cuando se critica la misoginia de la saga no se le ataca por este lado, sino por la violencia y el abuso desmedidos que sufre el sexo femenino en ella.
Pero, al fin y al cabo, esta es la discusión eterna: el arte y la moral. ¿Se puede juzgar una obra literaria por la "moral" que encontramos en ella? ¿Podemos criticarla porque los hechos narrados en ella sean crueles, o brutales, o misóginos? ¿Es legítimo crear arte con cuestiones así? ¿Es inaceptable que Nabokov pusiese palabras tan bellas ("Lolita, light of my life, fire of my loins...") en boca de un pedófilo, un pedófilo como los que, en la vida real, destrozan tantas vidas? ¿O, como dijo Oscar Wilde, "No existen libros morales o inmorales. Los libros están bien o mal escritos."?

jueves, 23 de abril de 2015

Feliz Día del Libro!


  
Hoy es 23 de abril, así que a un blog literario solo le queda una opción.

Feliz Día del Libro a todos vosotros, lectores. A los lectores empedernidos, ávidos, apasionados; a los que encuentran siempre un momento para coger un libro; a los que aman y odian y lloran y ríen y sueñan y se enfadan; a los que creen (creemos) que la ficción nunca es solo ficción; a los que nos hemos visto atrapados en esa red que es la literatura; a los que no queremos escapar de ella.

Feliz Día del Libro a todos los traductores, editores, ilustradores, maquetadores; a todos los que trabajan en la industria editorial, a todos los que hacen posible que llegue a nosotros ese maravilloso objeto (o archivo, qué más da; si lo que importa es lo que hay dentro).

Feliz Día del Libro a todos esos libreros, bibliotecarios y profesores que sienten verdadera adoración por la literatura; que están siempre dispuestos a recomendarte un libro, o a transmitir ese amor a quien se ponga por delante. Sois imprescindibles.

Y Feliz Día del Libro a los escritores, tejedores de palabras.

Feliz día, también, a todos los Jordis.

PD: Parece ser que ni Cervantes ni Shakespeare murieron un 23 de abril; el primero murió un 22 de abril y el otro, un 3 de mayo. 

PD 2: ¿Qué libro se ha mudado hoy a vuestras estanterías? A las mías, El libro de los abrazos, de Galeano.

miércoles, 15 de abril de 2015

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha (Primera Parte) - Miguel de Cervantes Saavedra


Título: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha
Autor: Miguel de Cervantes Saavedra
Editorial: cualquiera, hay miles de ediciones 

No, no soy tan pretenciosa como para intentar reseñar a Cervantes. Esto ni es una reseña ni pretende serlo. Del Quijote se han escrito y se siguen escribiendo tantas cosas que una opinión más poco cuenta y poco nuevo aporta; y hacer una reseña al uso, como si esto fuese la última novela de Dan Brown, casi da risa.
Lo único que quiero decir es que la he leído para clase y que la empecé de mala gana, con la amenaza inminente de un examen en 9 días y todas esas mil ideas sobre los clásicos que nos meten en la cabeza: que si no vas a entender nada porque es castellano "antiguo" (ese término en el que la gente te engloba al Cantar de Mio Cid, al Quijote y a todo lo que tenga más de 100 años), que si el lenguaje es muy complejo, que si te va a costar horrores leerlo...
Pues no. 
En vez de ese soporífero tostón que esperaba, me he encontrado con 500 páginas de aventuras non-stop, de humor tronchante a la vez que amargo, de genial meta ficción, de una prosa deliciosa y fluida y llena de sorna. 
Me he encontrado con un hidalgo tan enamorado de la lectura que pierde el juicio por su culpa. Ese universo de las novelas, en el que el mal es castigado y el bien recompensado, en el que un solo hombre puede acabar con todas las injusticias del mundo, seduce a Alonso Quijano hasta el punto de hacerle desear convertirse, él también, en caballero andante. Así, toma la decisión de dedicar su vida a enderezar entuertos y desfacer agravios. Pero la realidad, que no es una novela de caballerías, choca con violencia y crueldad con las buenas intenciones de Don Quijote.
Y, sí, sé que la intención inicial de Cervantes era parodiar las novelas de caballerías. Incluso hay quien dice que la figura de Don Quijote busca ridiculizar los delirios de grandeza de la vieja hidalguía, que se empeñaba en quedarse anclada en el pasado. Pero ¿qué más da? Lo bueno de esta novela es que ofrece tantas interpretaciones como lectores. Para mí, Don Quijote no es un loco sino un idealista. Víctima de su sentido de la justicia, de su deseo de ayudar a los débiles, no recibe más que golpes y humillaciones, en vez de la gloria y admiración que le habían prometido sus libros.
El Quijote es, ante todo, una novela humana. Tan humana que, más de 400 años después de su publicación, sigue leyéndose. Y, al final, de eso se trata. De dejar de leer sobre ella, de oír hablar sobre ella, y leerla

domingo, 8 de marzo de 2015

Cometas en el cielo - Khaled Hosseini


Título: Cometas en el cielo
Título original: The Kite Runner
Autor: Khaled Hosseini
Traductora: Isabel Murillo Fort
Editorial: Salamandra

Edición en galego
Título: O cazador de papaventos
Tradutora: María Pardo Vuelta
Editorial: Ediciones El Andén

"Inolvidable... una de esas historias que permanecen en la memoria durante años."

Isabel Allende
 
Sinopsis: 
Cometas en el cielo es la historia de dos chicos afganos: Amir, un niño de clase alta, y Hassan, el hijo del criado de su padre. Amir y Hassan crecen juntos, entre juegos y travesuras; pero es imposible ignorar las diferencias que existen entre ellos. Hassan es un hazara, etnia oprimida durante siglos por los pashtunes, la etnia de Amir; y, pese a a la gran amistad que los une, el hecho de que sea un criado pesa como una roca. En el invierno de 1975, con doce años, Amir se apunta con su amigo a una competición de cometas, en un intento de conseguir el cariño de su padre. Al término de esta, ocurre algo terrible que hace que Amir tenga que escoger entre el respeto de su padre y su amistad con Hassan.

Opinión:
El autor, Khaled Hosseini
Me encantan las novelas de personajes. Hay pocas cosas que me conquisten más en un autor que el hecho de que dedique tiempo y mimo a construir seres de papel tridimensionales y reales. Si, además, la época histórica en la que se mueven los personajes tiene una influencia auténtica en la narración, el libro ya me tiene medio ganada. Esa es (en parte) la razón de que adore Cien años de soledad y El lápiz del carpintero. Cometas en el cielo cumple ambos requisitos: la historia reciente de Afganistán se solapa con el relato de la vida de Amir.

En el tema histórico tengo sentimientos encontrados. Por un lado, encuentro la novela exageradamente pro-americana. O sea, es que ni en una sola línea se menciona que los talibanes fueron financiados por Estados Unidos para que echaran de Afganistán a la Unión Soviética; más bien se retrata como si hubiesen aparecido un día de la nada. En fin, se lo disculpo a Hosseini porque gracias a él he aprendido (odio utilizar esta palabra cuando hablo de literatura, pero es que es así) muchas cosas sobre ese país. Os lo digo ya: Cometas en el cielo es una bofetada en la cara de los prejuicios e ideas preconcebidas que tenemos los occidentales sobre Oriente Medio, con nuestra tendencia a pensar que todo lo """"moro"""" es la misma cosa. Nos creemos que todos los países terminados en -stán son iguales, que todos son y han sido siempre lugares en guerra, pobres y atrasados. Joder, ¿os acordáis de ese vídeo sobre los orígenes de la crisis que se llamaba Españistán? ESPAÑISTÁN. Como si ese simple sufijo ya convirtiese cualquier sitio en un lugar horroroso y mereciente de ¿desprecio? Esta novela te hace ver que Afganistán no ha sido siempre un país en guerra dominado por el fanatismo; no siempre ha sido barbas, metralletas, burkas y lapidaciones. Y lo que también es importante: que no todos los afganos son iguales. De hecho, el conflicto racial entre pashtunes y hazaras es un tema central, y está tan bien tratado que ay. Hosseini es pashtún, así que lo típico sería que hiciese lo que suelen los autores de etnia privilegiada cuando escriben sobre discriminación racial. Ya sabéis, eso de que tu novela trate sobre la discriminación de los negros en EE.UU. y el protagonista sea un amable abogado blanco que lucha por la igualdad, como si la autora te estuviese gritando: "VES??? No todos los blancos somos malos, en serio, no ves lo majo que es mi prota?????" Pues Hosseini no hace esto. Podría, pero opta por la honestidad y el realismo: sí, Amir y Hassan son los mejores amigos, pero eso no puede cambiar siglos de historia ni una sociedad que le repite a Amir una y otra vez que es superior a cualquier hazara. Y no doy más detalles porque no le quiero reventar la lectura a nadie, pero esta barrera insalvable entre pashtunes y hazaras es importantísima (yo diría que toda la novela y los conflictos de los personajes giran en torno a ella).


Y en lo que se refiere a los personajes... Hacía mucho tiempo que no sentía tanta empatía hacia seres ficticios; toda la lectura la pasé con el corazón en un puño. A través de la narración en primera persona de Amir, me vi implicada hasta el punto de llegar a "transformarme" en él (en concreto, nunca había leído una descripción del sentimiento de culpa tan buena. Ese nudo en el estómago, ese quedarse sin aire...). Lo cierto es que es imposible no odiarle por sus acciones, pero aun así querer que las cosas le salgan bien y se perdone por fin lo que hizo cuando, después de todo, no era más que un niño. Quizás eso es lo que lo convierte en un personaje tan humano. Como el ser imperfecto que es (que somos), es capaz de traiciones y actos horribles del mismo modo que de una valentía inusitada y de los actos más nobles. En su arrepentimiento, que impregna cada página, radica su humanidad.
Y el padre de Amir, su Baba. Qué se puede decir de ese hombre tan noble como terrible, temido y admirado a partes iguales por su hijo, que parece moralmente irreprochable pero guarda un secreto que lo tortura y le impide tratar a Amir con el cariño que debería. O de Hassan, el contrapunto a toda la miseria humana de los demás personajes. La bondad, la pureza, la honestidad personificadas; siempre incapaz de mentir, siempre dispuesto a todo por su amigo.

Siempre es difícil hablar de un libro al que se le han encontrado tantos matices, tantos temas, tantas cuestiones que merecen discusión (y encima sin soltar spoilers). Me cuesta expresar exactamente qué es lo que tiene este libro de especial; así que lo mejor será que me calle ya y os diga simplemente que lo leáis. Leedlo, y juzgad vosotros mismos. No puedo asegurar que os vaya a enamorar como a mí, porque tengo la sensación de que este es uno de esos libros que hay que coger a la edad, al momento lector y al ¿momento emocional? adecuados. Y aun así no me cansaré de recomendarlo. Porque, y aunque no soy de las que piensan que la literatura deba enseñarnos algo y no me gustan las lecciones de vida, Cometas en el cielo me ha enseñado muchas cosas. Y no solo sobre Afganistán.

miércoles, 25 de febrero de 2015

He vuelto.

Este blog no es diferente a la mayoría. Yo no soy diferente a la mayoría. 

Como le pasa a la mayoría de blogs, este fue abandonado por una inconstante redactora pocas semanas después de su creación. Saberse parte de un enorme grupo de procrastinadores (¡somos legión, chicxs!) consuela un poco, pero no te quita ese remordimiento que, por lo menos a mí, me recorre el estómago cada vez que a alguien se le ocurre recordarme uno de esos planes que hice y que al final se quedaron en aire. Por suerte o por desgracia, esta sensación se desvanece enseguida y no hace que me convierta en un miembro activo de la sociedad, de esos que trabajan duro, alcanzan sus sueños y etcétera etcétera. (La mejor prueba de que soy basura humana es que me he puesto a escribir esto justamente hoy, teniendo examen mañana. Que alguien me mate, porfa plz.)

Hace unos días me acordé de la existencia de este rincón y me apeteció retomarlo, sin más. No tengo ni idea del porqué. No es el sentimiento de culpa por haberme olvidado cruelmente de él. No es ese ingenuo "compartir mi pasión por la lectura jijijijajajá ^^" que escribió una niña de catorce años cuando creó el blog. Sé que todas estas palabras se perderán en el abismo cibernético. Después de todo, subir lo que escribes a la inmensidad de la red, con sus miles y miles de blogs literarios idénticos, puede ser exactamente igual que esconderlo en un cajón y dejar que coja polvo. Y tampoco es que tenga especial interés en que me lean. Quizá el motivo de la resurrección de este sitio sea, en realidad, el tener algo que me saque de la monotonía, aunque ese algo sea hablarle de literatura a Internet. Quizá sea que me resisto a ver como pierdo, poco a poco, la costumbre de escribir, junto con toda la imaginación que tenía de pequeña.

Da igual. El caso es que, después de más de un año y de haberme olvidado hasta de la contraseña, he abierto Blogger y me he puesto a escribir esta entrada. Puede que en unos meses me canse y esto vuelva a tener aspecto de pueblo fantasma, con arbusto rodante incluido. Quién sabe. Lo que importa es que ahora mismo tengo ganas de escribir. Sobre cualquier cosa; así que cualquier cosa es lo que se puede esperar quien encuentre esto. Nos leemos.